lunes, 10 de septiembre de 2012

Depresión



Versos sin rumbo


Zarandeado por la tormenta
ya no sé donde me encuentro
mas miraré a las estrellas
 que están en el firmamento

Ya no tengo inspiración
para poder decir algo
aunque sea por encargo
o para alguna canción.

Escucho a mi corazón
que se encuentra muy reseco
y no me dicta sonetos
¿a donde fue mi ilusión?

domingo, 9 de septiembre de 2012

Amor





Para mi niña



Si te digo que te quiero
tú podrías bien pensar
¿qué querrá decirme él?
¿qué quiere con ello expresar?.

Se me agotan las palabras
 para expresar qué es amar.

Amar es luchar cada instante
en vistas a mejorar
para así poder dar algo
que a ti te pueda agradar.

Amar es sentir por dentro
una alegría sin par
al comprobar que tú sientes
gran dicha y felicidad.

Amar es sobreponerse
siempre a la comodidad
buscando ofrecer alegre
lo que te pueda gustar.

Amar es pensar en serio
en ti siempre e intentar
aunque me cueste bastante
situarme en tu lugar.

Es disculpar, es cariño,
es reir...también llorar,
es ayudar, es ternura,
es saber sacrificar
mis gustos y mis caprichos
frente a tu felicidad
sobretodo y antetodo
y obrar con sinceridad.

Es preferir cien mil veces
sufrir...mas contigo estar
que disfrutar cualquier cosa
sin compartirla jamás.

Es, a veces, sentimiento
de una ternura sin par
y sin embargo otras veces
mana de la voluntad.

Es comenzar cada instante
con la firme decisión
de mejorar el cariño
y también pedir perdón
por aquello que no he hecho
o por no tener razón
o por portarme fatal
en aquella situación
por discutir tontamente
por enfadarme quizás
por gritar algunas veces
por no saberme callar
por no exigirnos bastante
o por no saber decir
¡ Te quiero más que a mi vida!
y quiero verte feliz

jueves, 6 de septiembre de 2012










COSAS HERMOSAS


Hoy quisiera Señor agradecerte
esas cosas tan hermosas que has creado
y que ciego tantas veces he ignorado
sin calar en la grandeza de tu mente.
Esas cosas que encontramos diariamente
esos niños que jugaban a mi lado
el momento en que hoy me he despertado
y encontrarme por doquier tan buena gente.
Los ancianos que aun están enamorados
ese amigo que nos quiere y nos consuela
el paisaje que miramos arrobados
esa madre que su hijo tuvo en vela
la canción que evocó tiempos pasados
   lo que anda,  lo que nada ,  lo que vuela.

sábado, 25 de agosto de 2012

Soledad



Silencio





El silencio aquí se corta
es ideal dormitorio
parece que aquí nadie entra
qué sueño Dios mío qué agobio.

Es ya la segunda vez 
que quiero dejar constancia
de que alguien lo intentó
y al no poder él se fue.

Una niebla se percibe
que nubla hasta el pensamiento
ay señor qué aburrimiento
esta soledad me inhibe

jueves, 23 de agosto de 2012

Saludo


¿Puedo entrar?



¿Cómo expresar la emoción?
de acceder por vez primera
a este cálido rincón
donde huele a primavera.

Cual templo de la poesía
te sientes bien recibido
y antes de osar decir  nada
sientes tú paz y alegría

Espero dejar mis huellas
plasmadas en bellos versos
y encontrar inspiración
que os lleve hasta el embeleso.

lunes, 20 de agosto de 2012

Ningún escritor



Ningún escritor podrá escribir
lo que a otra persona le hace sufrir
Por muy bien que lo quiera hacer
no sabrá que le hace padecer

Solamente el autor del sufrimiento
logrará plasmar ése sentimiento

Los sentimientos salen del corazón
y nunca, nunca de la razón.

Por eso hoy te puedo escribir
lo que en persona me gustaría decir

Siempre estaré en tu lado
para tenderte mi mano

Ningún escritor podrá escribir...
lo que estas palabras te han hecho sentir
 


Eva María Maisanava Trobo
2 de Julio del 2012

Digan lo que digan

 
 
Digan lo que digan
la literatura siempre estará viva
Pues las creaciones cobran vida
cuando quien las lee, por ellas suspira


Eva María Maisanava Trobo

domingo, 19 de agosto de 2012

Cambiemos las armas, por bellas palabras


 
 
Me pasaría día y noche escribiendo
 
aunque por el cansancio
 
me terminase durmiendo
 
para transformar las armas
 
en "tiernas y bellas palabras"
 
 
Ojalá algún día todas las armas
 
sean reemplazadas, 
 
por grandes poemas
 
cubiertos de bellas portadas
 
 
 
Eva María Maisanava Trobo
19 de Agosto del 2012

jueves, 21 de junio de 2012

La vida es...


La vida es un sueño en el que tú y solamente tú eres el protagonista.

Las desilusiones son meros teloneros que nos abren la vista,

para poder interpretar nuestra mejor obra al final,

justo cuando ya sabemos cómo somos y qué queremos.



Eva María Maisanava Trobo (Rubizul)
20 de Junio del 2012

sábado, 5 de mayo de 2012

AHORA VUELVO...

Escrito por Trina De Hidalgo el 25/05/2010

Ahora vuelvo a ser gaviota sobre el mar
que en un vuelo incesante
refleja entre las aguas,
... las causas de mi mal.
De ese mal que me anima,
a pesar de tu ausencia
a vivir cada instante
con fe e insistencia.
Ahora vuelvo a ser gaviota sobre el mar
que emigra solitaria y se une a su viaje
otra bandada de aves
que ayudan con su ánimo,
a las penas mitigar

Un libro...

Bajo la tierra y viviendo en ti


Cuando supe que iba a morir
y que mi corazón dejaría de latir

Me enteré que tú morirías
si un trasplante no recibías

Por salvar mi vida, ya nada  podrían hacer
y en cambio tú con mi muerte y mi corazón, volverías a nacer

¡Para qué enterrarme con un corazón!
Si con él tu vida se llena de nuevo de ilusión

De nada sirve tener un corazón enterrado
Si es cómo tenerlo enjaulado

Ahora estoy en el cielo descansando
¡Feliz y orgullosa de que tú estés en la tierra caminando!




Eva María Maisanava Trobo (Rubizul)
                                                              3 de Mayo del 2012

“Será tarde para decirte que siempre te he amado”



Cuando sientas que no tienes fuerzas para seguir
que nada en tú vida, te queda por vivir

Entonces te tenderé mi mano
caminaré a tu lado

Te sanaré con mis besos
te refugiaré en mis brazos

Cuando hayas sanado
y de mi vida alejado

Será tarde para decirte que siempre te he amado






Eva María Maisanava Trobo (Rubizul)
                                                             28 de Abril del 2012

viernes, 4 de mayo de 2012

NO QUIERO

 Hoy no quiero mirarme en el espejo.
Descubriría lo que bulle entre mi alma…
Todo es opaco a pesar de su luz,
... hay una enredadera de sentimientos
con raíces hirientes; deslizándose lentamente
por los rincones de mi interioridad.
No quiero dejarlas crecer, porque su roce lastima
mientras pretenden apoderarse
de las fibras mas íntimas;
para tratar de asfixiarlas….
Floto por mi sangre, me deslizo sutilmente
aferrada a la esperanza de que la vida es un arco iris
que súbitamente, cambia sus colores.
Todo pasa, se disipa, se oculta en el silencio mas profundo,
todo regresa a la calma,
igual que el viento acaricia suavemente
después de fuerte tempestad.

TRINA LEÉ DE HIDALGO

jueves, 5 de abril de 2012

REBUZNO DE BURRA



Hoy el camarero y yo hemos intercambiado unas palabras. Ilumina el bar de mis desayunos, transforma el aire que le envuelve con su figura y modos, provoca gestos amables y sonrisas. Pero cuando habla con esa voz profunda que parece salir de un gran cañón del colorado, con un acento celestial, de otro mundo, de coctelera musical, de un crisol de culturas, de un punto de encuentro de fronteras, entonces, digo, el éxtasis es total. No sé cuál es su nombre. Ha venido a jugar en el equipo de fútbol. Para ganar unos euros ha buscado este trabajo que hace con toda elegancia, delicadeza, sin perder un ápice su masculinidad. Es de Buenos Aires, de allí tenía que ser no más. Ya le he dicho a la jefa y a él:

- Si quiere ganar dinero, solo tiene que sacar partido a su voz y acento, puede hacer una sesión contanto historias como la del argentino, la nieve y Toronto, o contar chistes. Se forrarán.

El periódico provoca mi texto.Quisiera hacer un cóctel de noticias enlazadas por una idea original.Tendré que llevarme la libreta y empezar allí el texto, porque cuando llego a casa la mitad de las ideas ya se han ido. Así empecé, llevando una libreta y un lápiz, tenía que ser lápiz no boli, goma y afila, hace ya muchos años. Iba a Las Rampas, a un rincón romántico, con nombre de seductor, para hogar penas de desamor.¡Qué poco hace falta para descargar el alma!.

Empiezas con la noticia del asesino de judíos en Francia.Y yo me pregurnto, ¿qué esperaban?. No dicen mis palabras que esto se justifique, como tampoco se justifica el bombardeo continuo que experimentamos en la tele, cine, realidad, de una violencia morbosa y productiva a no se sabe qué intereses.

Sigues por el caso de Matas.Corrupción , corrupción y más corrupción.A todos los niveles. Y...¿qué esperábamos? . Todos sabemos lo que es el afán de ganar dinero, vivir mejor, hasta el punto de abandonar nuestro universo para lanzarnos a una aventura incierta.





Aparece una ministra diciendo que a Ourense no va a llegar el AVE porque la economía no está para eso.Nunca está la economía para nosotros, ni siquiera cuando emigraban cada día por docenas a Alemania,Francia, Suíza...y venían divisas a manguerazos. Pues si antes no contaban nuestras necesidades ¿por qué iban a contar ahora?

Bellísimas las imágenes de unos cascos celtibéricos subastados en Alemania. Los mismos alemanes alertaron a las autoridades españolas del saqueo al que nuestro patrimonio estaba siendo sometido. No reclamaron. Son piezas extraídas de un yacimiento de Zaragoza ( César Augusta, como Lucus Augusta, Brácara Augusta, Astúrica Augusta, Emérita Augusta...). Para algunos entendidos los cascos tienen más valor que el tesoro del Odisey.¿Por qué íbamos a sorprendernos? Han sepultado bajo el cemento un castro único , Castro Cociñadoiro, para construir en A Coruña el Puerto Exterior. Si alguien quiere saber la historia lo conseguirá fácilmente.Visto esto ya nada sorprende.

De Namibia ha venido la idea.Los rebuznos de las burras, cuanto más hembras, corpulentas y con capacidad de rebuzno, mejor. Detectan la presencia de lobos como nadie. Los dueños de la explotación están encantados, sus vacas pueden pastar sin ningún peligro. ¿No sería encantador que encontráramos también en la especie humana un modo de librarnos de lobos de dos patas? Me apunto a rebuznar.

http://www.barriodelosrosales.es/2010/11/fotos-de-las-excavaciones-arqueologicas-del-castro-cocinadoiro-enterrado-por-el-dique-del-puerto-exterior.html

domingo, 1 de abril de 2012

BOLLICAOS, ESPADAS Y CAPIROTES

 Los tres maestros que trabajábamos en primero, tercero y quinto de integración, éramos convidados de piedra en los claustros. Evidentemente nuestros alumnos y su problemática no estaban en las prioridades del centro. En las reuniones no abría mi boquita, por mucho que tuviese que decir, viendo que los que estaban en los cursos superiores tampoco decían nada. Seguramente que a ellos les iba muy bien. 

Los recreos se vigilaban por turnos. Al final se hacían las filas para entrar, pero para los de integración el timbre no era sonoro, seguían brincando de un sitio a otro hasta que se quedaban solos en el patio y se mentalizaban de que aquello había terminado. El último en entrar era Daniel y lo hacía casi siempre en mi regazo.

Durante uno de estos recreos, en los que me tocaba vigilar, vino uno del otro primero, que no necesitaba integración, a quejarse de que uno de los de mi clase estaba comiendo su bollicao. Allá iba yo toda decidida a enseñarle a mi pupilo la educación que aún no había recibido y lo pillé " infraganti" comiéndoselo tan campante: 

-¿De quién es ese bollicao?. 


-No es de nadie, estaba en la papelera. 

-¿Cómo que estaba en la papelera?.  

-Sí, estaba tirado.  

-¿Cómo no te da asco comerte el bollicao de la papelera?

- Todos hacen lo mismo. Están tirados en las papeleras dentro de su plástico.

Y efectivamente tomé conciencia de aquella realidad, se estaban comiendo los bollicaos que encontraban en las papeleras. Así que, los que no necesitan integración, traen bollicaos al colegio, delante de las narices de estos pobrecitos míos, abren el bollicao, sacan el cromito, y luego lo tiran a la papelera sin mordisquearlo siquiera, sabiendo que estos van detrás y se lo comen, y aún por encima vienen a quejarse de que se los comen siendo suyos. El mundo empezó a cambiar para mí todavía más. No se me ocurrió decirle nada más que:  

- Que te aproveche. 

Pensé en ir a junto de la otra profe, que no necesitaba integración, a decirle que educase bien a los suyos, que tuviesen un poco de humanidad, que en el mundo había otros mundos muy cercanos y a la vez muy lejanos. Pero no fui.  

Seguía creyendo que mis otros compañeros eran una maravilla. El de tercero era un hombretón barbudo y barrigudo que inspiraba a primera vista mucho respeto. Así lo pensé muchos meses seguidos, hasta que un día, en un recreo, a la hora de hacer filas, que no había forma de hacerlas, él estaba esperando pacientemente en lo alto de las escaleras a que los de tercero hiciesen la suya. Y viniendo uno de su clase, que no estaba subido a la escalera, pues estaba en el fondo, desde donde la perspectiva de la barriga de su profe sería todo un espectacular descubrimiento, no conformándose con la vista, le hundió su dedo en plena prominencia a ver si era dura o blanda, digo yo. Y el profesor viéndolo y sintiéndolo, no dijo ni mu. Este mismo fue el que un día soltó un taco morrocotudo en un claustro de pura desesperación, impotencia y rabia, diciendo que no había modo de enseñárles nada, etc,etc. Y el mismo que un día tuvo una feliz ocurrencia: a la hora de salir estaban todos los de tercero de integración , incluido el profesor barrigudo y barbudo, bien armados de espadas y capirotes, confeccionados con papel de periódico, felices y contentos . 

Yo bajé de mi nube comprendiendo, al fin, que los milagros son para los benditos de Dios, no para humanas gentes.

sábado, 31 de marzo de 2012

La droga y la vida










En un callejón oscuro, a las 2 de la madrugada, la "droga" va caminando lentamente hasta el final del callejón sin salida.



Sacó de su bolsillo una larga jeringuilla y una bolsita blanca de cocaína.



En ese momento, la "vida", que había salido de trabajar en el puesto de las basuras, recibió una llamada de su jefe.



Vida:

Dígame, ¿quién es?

Jefe:

Soy yo, tu jefe, te llamo del puesto de basuras y llamo para informarte que hay basura en el callejón oscuro, cerca de tu casa.


Vida:

Muy bien, pues es donde estoy ahora. Ahora bajaré.


Jefe:

Consíguela y tráemela. Te apuntaré unas horas extras.


Vida:

De acuerdo, dentro de unas horas estaré allí con esa maldita "basura".
Cinco minutos más tarde, la "Vida" bajó al callejón.


El callejón estaba infectado, las ratas no cesaban de pasear, los olores hediondos creaban una atmósfera irrespirable, pero la "Vida" no cesaba de caminar buscando "basura" o mejor dicho, "camellos".


Vida:

¿Hay alguien ahí?


Droga:

(Con una voz algo tartaja): Sí, qué pasa. Soy yo, la "Droga". ¿Quieres un poco de coca?

Vida:

No, no quiero. Odio a los camellos hediondos y pordioseros.

Droga:

¿Pero qué te pasa, "chalao"?. No me insultes o te "pincho".

Vida:

No te tengo miedo. Has perdido parte de tu vida y no tendrías fuerzas suficientes ni para
moverte.

Droga:

Cállate. Estos "polvos blancos" me reviven, me hacen olvidar todos mis problemas y me siento como en "las nubes".


Vida:

Pero, ¿acaso no sabes que te estás quitando la vida? Dentro de poco tiempo, perderás el
conocimiento, no sabrás coordinar tus movimientos, te caerás, la "coca" llegará a tu sangre,
de ahí a tu corazón y finalmente morirás en una lenta y amarga agonía.


Droga:(Temblando). No sabes lo que dices, esto me hace sentirme más fuerte y más seguro de mí mismo. Moriré si no lo tomo porque lo necesito.


Vida:

¿Lo necesitas? ¿Necesitas que tu muerte se adelante?
Eres joven, tienes muchos años de vida por delante y tú te estás inyectando y metiendo dentro de tu sangre tu propia muerte. Me das asco.


Droga:

¿Muerte? Tú estás loco. La droga borra mis pensamientos y me lleva a un mundo más
delicioso, sin problemas; entras en trance. Pero el problema es que necesito más y más.


Vida:

Así pasa, eres un gran adicto a ella, no puedes despegarte de su lado.
El verdadero problema es que no tienes dinero para conseguirla.
Por eso, fuiste capaz de robar tiendas, farmacias, bancos e incluso llevarte unas cuantas vidas por delante. Todo, por comprar la muerte.

Droga:

Sí, tienes razón, pero me lo paso muy bien con mis amigos, esnifándola o pinchándonos.
Está muy rica y es muy buena...

Vida:

... mientras hay dinero, ¿no es mejor respirar aire puro, hacer deporte, ir con tus amigos al
cine o al bar, sin necesidad de tomar "eso"?.
Te has metido dentro de un mundo oscuro y cruel, en el cual, la droga ha segado vidas, a veces inocentes, pero que no se pueden reparar y quedan perdidas en unas viejas y cenagosas tumbas.

Droga:

Pero fueron mis amigos, ellos me dijeron que probara esta cosa, que era muy buena, y que te
relajaba. Desde aquel momento no pude dejarlo.
Cada mañana me levantaba dolorido y con los brazos hinchados, robando dinero para conseguir un poco de "droga".


Vida:

Te has marcado tu destino, pero aún tienes tiempo de salir de ese desastroso camino cuyo
final es la muerte. La elección es tuya: La vida y la luz, o la droga y la oscuridad.

Droga:
(Llorando): E...Es una elección muy difícil.....

Vida:

Los días están contados, y la muerte nunca para en su caminar apresurado hacia ti. Puedes plantar cara a la muerte con valentía y ser capaz de conseguirte una nueva vida con los seres que te quieren.

Droga:


(Tirando la jeringuilla): Bien, me voy contigo; quiero volver a vivir la vida que perdí cuando me metí en esto, y que la luz alumbre mis ojos.


Vida:


Buena elección: ya no eres basura, eres VIDA.



Eva María Maisanava Trobo

viernes, 30 de marzo de 2012

MARÍA DE LOS ÁNGELES



No estoy segura de si este era realmente su nombre, podría ser Ángela. Pequeña, morena, con cierta melena, los ojos profundos, tristes, oscuros. Todo en ella era ternura y desamparo. Nunca mostró un gesto afectuoso al estilo de Miguel, pero al verla tan ensimismada y desvalida me daban ganas de colmarla de consuelo, sin atreverme por temor a romperla.

Con ella aprendí el valor del olvido. Estaba empeñada en olvidarlo todo, a pesar de mis continuos esfuerzos para que recordase las vocales y las enlazase con las consonantes Supe posibilidades para una A inimaginables, infinitas. La A se puede ver desde muchos puntos de vista. Se puede hacer muchas cosas con una A, las hay por todas partes, se puede hacer maravillas buscándolas y cuando las encuentras puedes pintarlas, coserlas, picarlas, rodearlas, rellenarlas de plastilina, de papeles, de bolitas; puedes clasificarlas...miles de letras A.

Entonces, por fin, sabía que aquello era una A de ÁNGELA, AVISPA, AMOR, AMIGO, ANIMAL, ASUSTADA, ABUSO, ASCO...Entonces pasabamos a otra letra, a otro sonido y hacíamos la misma operación de buscar, encontrar, rodear, pintar, picar, coser, colorear...Pero ya no había A en su memoria.

Resultaba muy curioso semejante capacidad de olvido. Las barajas las leíamos muchas veces, muchas veces pasaban delante de su vista las silabas que contenían A, los otros las sabían, las escribían, y ella lo  olvidaba todo, con lo que resultaba imposible construir nada en su cabeza. Te miraba con sus ojos profundos, tristes y oscuros, como si estuviese ausente y no pudieses llegar a ella, como si algo  feo hubiese impreso una negra huella en su alma blanca y frágil. Pasaba el tiempo y los progresos que en otros eran evidentes, en ella solo llegaban a intentos.

Alguien vino un día y comenté esta cualidad que impedía cualquier aprendizaje, este hacer y deshacer continuo. Y entonces supe la causa de su tristeza, y del horror que no puede expresarse con palabras. No encontré historia más triste que la suya. Olvidar era su modo de vivir.

EL TITI



Era rubio, de pelo lacio, un poco golfillo y deslenguado. Desde luego que no era de los que pisaban blando para no lastimar callos. En el asunto de los bollicaos era todo un lince. Estudiar podría muy bien ser su afición y tendría mucho éxito si no fuese porque debía saber que en la vida existen muchos modos de ganarse la vida.

A veces estábamos en grupo grande todos juntos, cada uno con su libreta y yo sentada con ellos en una silla pequeña. Como intentansen hacer sus cosas y estuviesen atentos a lo que yo les había pedido que hiciesen, me paraba a pensar en realmente cómo serían sus vidas y si se podría establecer alguna relación entre ellas y lo que dijésemos en clase. 

Así que se me ocurrió hacer algunas preguntas.Por ejemplo:

- ¿En qué trabaja tu papá?. 

Respuesta:

- Mi padre no trabaja porque está en la cárcel.

Glub, vaya, ahora a ver que digo...

-¿Y por qué está en la cárcel?.

Respuesta:

- ¡Y pó qué va zé!. Poque ha robao zei gallina pa comé!

Así era el Titi de claro y directo.

Y a la maestra se le acabaron las ganas de hacer preguntas.

MIGUEL



La historia de Miguel tiene dos partes, como la de Fermín.

Las escaleras que unen la playa del Bajondillo con la calle San Miguel, casi a la altura de la Iglesia, son suficientes para mantener una conversación con un extraño médico palestino llamado Hamdan y que conoció a Miguel y su familia, después de que yo le perdiese de vista. Nunca vi a este médico antes, ni lo volví a ver después. Solo la parsimonia con que yo subía las escaleras justificó aquella conversación. Como era pediatra lancé una pregunta y obtuve contestación.

Miguel no era guapo, sus ojos y orejas resaltaban en aquella cara poco armoniosa, delgado, más bien moreno y extraordinariamente espontáneo en sus muestras de afecto, el pelo, casi rapado, tampoco le favorecía gran cosa. Pero todos estos rasgos hacían que fuese simpático, querido y único.

A veces yo me cansaba y viendo que no sabía por dónde empezar en aquel grupo tan original, les lanzaría alguna especie de sermón para ver si conseguía motivarlos y viesen en las letras y los números algo de interesante. El primero en motivarse era Miguel, no sé si porque mi perorata era lo bastante convincente o si era de lástima hacia mi buena voluntad y pocos logros, pero como yo estuviese sentada en mi silla, venía corriendo, y, ni corto ni perezoso, ponía su culo en mi regazo, me pasaba el brazo por el cuello y, arrimando su carita a la mía, decía su frase: "Anda, zeño, amo a leé" o "Anda, zeño, amo a contá". Y a ver quién se resiste. Empezábamos a leer los dos en la cartilla y eso era lo suficiente como para que a los otros les entrasen unas ganas tremendas y viniesen corriendo a ver qué pasaba allí, se ponían en fila y esperaban a que Miguel se bajase de su asiento particular y ellos lo intentaban por orden. Pero nadie más se atrevía a hacer lo que hacía Miguel: mostrarme su afecto de forma tan directa y sin doblez.

Un lunes Miguel no vino. Ni el martes, ni el miércoles...Y yo empecé a hacer preguntas después de dejar pasar un tiempo prudente. Pero nadie contestaba de forma que yo me quedase a gusto. Hasta que un compañero, viendo mi interés en Miguel y quizá sabiendo que yo me estaba implicando con aquel grupo más de lo conveniente, según su criterio, me dijo que fácilmente Miguel no volviese. Yo quise saber por qué, quizá su vida hubiese experimentado un cambio favorable. Me dijeron que era mejor para mí no saber, porque estaba hospitalizado y verlo no me haría ningún bien. Y no fui.

Aquel sábado, anterior al lunes de su falta, lo pasó en el Hogar. Después de comer veían la televisión en uno de aquellos salones o pasillos bien iluminados por ventanales. Eran muchos niños. Miguel era pequeño y espontáneo. Los grandes no le dejaban ver la tele y también, ni corto ni perezoso, se subió al alféizar de la ventana para poder mirar a gusto la tele. No sé exactamente como fue, si es que la ventana estaba abierta, si la abrieron después, si alguien lo empujó, si vieron como caía o no. El caso es que Miguel fue encontrado a la hora de la cena o la merienda, no lo sé, en el suelo del patio, reventado por dentro. Cuando lo recogieron tuvieron que hacerse muchas preguntas. Yo no me interesaba por su vida en el Hogar, no era de mi competencia, además nadie quiso hablar de ese caso, y cuando me enteré ya había pasado tiempo, porque ni remotamente podía imaginar una cosa así.

Algún domingo un músico paraguayo y yo lo llevábamos, junto con Fermín y otros, al Paseo del Parque que hay junto al puerto de Málaga, para que jugasen en los columpios y viesen a otros niños divertirse con sus familias y participar con ellos de un día festivo.

Era una tarde de verano y yo subía las escaleras después de asarme en la arena. La tensión me bajaba con el calor y todos mis movimientos eran lentos. El palestino observó mi parsimonia y entabló conversación conmigo. Después de las preguntas de rigor entre dos desconocidos vino mi interés. Si era pediatra y trabajaba en Carlos Haya quizá hubiese sabido de Miguel y me dijese lo que yo no me atreví a ver. Y la casualidad quiso que sí, que sabía. Permaneció varios meses, mucho tiempo, en estado vegetativo, con su familia a su lado, hasta que murió. Hamdan conoció a Miguel y su familia, el caso de Miguel fue muy comentado entre los médicos, pero yo nunca fui a verle, porque no sabía y, con buena voluntad, me aconsejaron no saber, pero por una simple casualidad...

DANIEL



Su madre era rubia y elegante. Traía a su hijo muy bien cuidado, bien vestido, aseado, y con muchas ganas de que se quedase con nosotros, asesorada por algún psicólogo, para que se relacionase,  tuviese contacto con otros niños y se comunicase. Pero no se comunicaba. Creo que era el único niño que traía su madre de casa todos los días, que no estaba acogido al Hogar. Cada uno de ellos era un universo en sí mismo, pero este más.

Su pasión era todo bicho viviente. Y en caso de no ver ninguno cerca  sacaba su tenis, lo ponía encima del alféizar de la ventana y lo miraba frotándose las manos y con cara de felicidad. No sé qué podía ser tan interesante para un niño así, quizá ver la silueta recortada en la claridad de la ventana. Imposible saberlo. Solo pronunciaba las vocales cuando me dijo su nombre y apellidos: Aieaeaaaó. Y todo quedó clarísimo para su mamá: que nos entenderíamos divinamente. Y no quise eliminar la única esperanza que podía albergar en los seis años de existencia de su hijo para soñar con la "normalidad".

Yo sobre autismo solo conocía la palabra. Algo más que ambliope, de la que nunca había oído hablar. Pero sobre cómo se trata un caso, por muy leve o grave que fuese, al lado de otras diecinueve particularidades, era un reto imposible para cualquiera. Aprendería yo más que ellos. Realmente no sé si era autista, pero debía ser lo más parecido, aunque nunca vino nadie a explicármelo. Pero fue el primero en aprenderse las barajas fotosilábicas, se sabía los nombres de cada objeto y su sílaba inicial. Todos se quedaban maravillados de su facilidad en retener los nombres, reconocibles en su pronunciación. Y cuando se equivocaba, él mismo rectificaba y expresaba feliz el nombre correcto: a, araña; e, elefante; i, iglesia; o, ojo; u , uvas. Asi las tres barajas de sílabas directas, inversas y trabadas. Pero cuando había que pasar a trabajar en la libreta: tararí que te vi. Se largaba a la ventana y se lo pasaba pipa con su tenis.

Las mariposas, las palomas, las arañas...eran una lección viviente para él. Sabiendo yo lo difícil que le resultaría estar encerrado en clase con una maestra que debe enseñar a leer, escribir y contar rápidamente para que pudieran continuar con el sistema normal de enseñanza en el otro primero de niños "escamondaos", pasaba ampliamente de su necesidad de imaginar y disfrutar viendo su tenis. Lo dejaba tranquilo después de nombrar los objetos, intentando que mejorara su pronunciación. Pero diálogos con él eran imposibles. Se aferraba a la verja detrás de la que estaban las palomas o corría como loco detrás de las mariposas. Esos eran sus intereses y con un niño al que no puedes llegar porque no tienes idea de lo que pasa por su cabeza no puedes cambiárselos sin hacerle mucho daño. Era feliz leyendo las barajas y las sílabas, pero no se esforzaba en pronunciar correctamente y yo no podía saber si le estaba pidiendo imposibles o no. Permanecer sentado junto con los otros cuando hacíamos un trabajo en común, al menos escuchando los nombres de las dichosas barajas y participando en su lectura en grupo, era todo un ejercicio de integración para mí. Y con eso nos conformábamos.

Ahora vienen especialistas buscando un par de niños con "dificultades de aprendizaje" y los trabajan a parte. Y yo me río mucho por dentro, pero me callo porque no tengo ganas de contarles mi experiencia, sería perder el tiempo.